Siempre hay partes de maternidad que no son tan emocionantes, y disciplinar es uno de ellos. A ningún padre le gusta particularmente disciplinar o castigar a su hijo, pero es una acción necesaria para garantizar que el comportamiento se exhiba de una manera saludable. Los niños, aunque a menudo protestan contra la disciplina, también prosperar en la disciplina y la rutina, porque ayuda a guiarlos por la vida y les da un sentido de estructura, y eso puede ser tranquilizador. La disciplina también puede volverse difícil cuando hay más de un niño.